Para los países dentro de la región de Suramérica noroccidental, como Ecuador, Perú y Colombia la tecnificación de campos agrícolas y áreas de producción no ha sido un componente que se busque repotenciar. La gran mayoría de productores agrícolas, aplican una agricultura tradicional y rudimentaria que, por lo general, se asocia con cultivos de consumo local o de subsistencia. El agricultor es dependiente de sus capacidades físicas y conocimiento propio para mantener a flote su producción, sin que este haga uso de herramientas, servicios o materiales tecnificados y modernos.
En la actualidad, el avance tecnológico ha permitido el abaratamiento de herramientas útiles para la agricultura, por este motivo, la implementación de tecnologías en este campo se ha ido diversificando de a poco.
Entonces, ¿Cómo se debe iniciar mi planificación agrícola? El principal punto de partida para la planificación agrícola es la actualización y delimitación de áreas agrícolas. Conocer el área y las dimensiones reales de las zonas de producción permiten llevar un manejo integro de la distribución espacial del campo agrícola.
La sectorización y creación de lotes de manejo
nos ayudan a llevar un control y monitoreo más enfocado en áreas específicas. Esto,
en conjunto con pruebas analíticas como: suelo, foliar, raíces, fruta o cultivo
general, permite lograr una caracterización propia de cada lote o sector. Una
correcta planificación, a mediano y largo plazo, se verá reflejado en los
costes de producción, haciendo que estos disminuyan gradualmente y que, por
consiguiente, la rentabilidad de la producción se incremente.
Escrito por : Alejandro Tapia